En ocasiones, no nos sentimos con la energía necesaria para realizar aquello que tanto nos gusta. Transcurren largos periodos de tiempo y no somos capaces de desbloquear nuestra mente para liberar todo aquello que nos paraliza y convertirlo en algo positivo.
En esos pequeños momentos de lucidez en los que intentamos expresar lo que sentimos, realizamos cosas que nos parecen realmente abominables, deseamos deshacernos de ello, pensamos que no nos representa…, pero muy equivocadamente nos queremos creer algo que en el fondo sabemos que no es así.
Todo lo que surge de nuestra imaginación y nuestras manos representa totalmente los diferentes estados de ánimo por los que pasamos. Son pedacitos de nosotros, pequeña representaciones de nuestra realidad, nos pertenecen aunque no nos guste. Debemos estar orgullosos ya que de esta manera dejamos plasmada nuestra existencia en este grandioso mundo.